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Los conceptos de sostenibilidad, reciclado, medio ambiente, etc. son aspectos cada vez más valorados en la actividad humana, tanto para las empresas como para las personas. Concretamente el reciclaje se ha convertido en una acción de vital importancia para la supervivencia del planeta y para nuestras generaciones futuras.

Pero, ¿tenemos claro qué es exactamente reciclar? Se trata de someter un material usado a un proceso por el que se consigue la recuperación (total o parcial) de la materia prima o los componentes que fueron utilizados para su fabricación, con la finalidad de que puedan volver a utilizarse.

Solemos hablar del reciclaje de papel, vidrio o envases lo cual tiene una importancia vital para el medio ambiente. En este sentido, la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER) y la Asociación Española de Recicladores Recuperadores del Papel y Cartón (Repacar) han presentado un informe en el que destacan la importante contribución de la industria del reciclaje al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.

Pero, ¿qué conocemos del reciclaje de metales? Los residuos metálicos se clasifican en férricos y no férricos. Los residuos férricos son principalmente el hierro, el acero y los residuos de fundición. En cuanto a los no férricos, existe un amplio abanico como el cobre, el aluminio, el plomo, el estaño, el cinc o el níquel. Estos residuos tienen un gran valor económico ya que su recuperación ahorra grandes cantidades de materias primas que tienen un precio muy elevado y, además, son difíciles de extraer.

Los metales se pueden reciclar infinitas veces sin que pierda su calidad o propiedades

El principal beneficio de reciclar metales es que estos se pueden reciclar infinitas veces sin que se pierda su calidad o sus propiedades. Además, reciclar metal también supone una importante reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), uno de los principales gases causantes del calentamiento global, así como una reducción del impacto ambiental que conlleva el trabajo de extracción de nuevos recursos.

El reciclaje de metales está tomando cada vez más importancia en la sociedad. Según datos de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER), el 80% del cobre que utiliza la industria es reciclado y el 75% en el caso del aluminio y el acero. Es decir, más de tres cuartas partes del plomo, cobre, aluminio y acero que usa la industria proceden del reciclado.

En este sentido, un informe de EuRIC (Confederación Europea de Industrias del Reciclaje) pone al acero, al aluminio y al cobre como ejemplos para demostrar que solo la industria del reciclaje podrá garantizar el abastecimiento de metales  en la Unión Europea y cumplir con los objetivos del Pacto Verde, impulsado por la Comisión Europea.

Y para que esto siga siendo así, es fundamental la existencia de empresas gestoras de residuos. Como es el caso de Reciclados Jurados, empresa autorizada por la Junta de Andalucía para la recogida, almacenamiento y transporte de residuos sólidos urbanos e industriales, especializada en la compra a particulares y a empresas de residuos férricos y no férricos.

¿Y en qué consiste este trabajo? Cuando los residuos llegan a las instalaciones de la empresa, es examinada por el personal para caracterizar qué tipo de residuo es e identificar a la persona que lo ha traído; seguidamente se pesa y se paga al momento.

Posteriormente, el personal continúa con la clasificación para, según sus características, almacenarlo correctamente. El último paso que se realiza en empresas como Reciclados Jurado es que los residuos son recogidos por gestores finales o enviadas a fundiciones para su tratamiento final.

De este modo, se contribuye a la conservación del medio ambiente y a fomentar las reglas básicas de las 3 “R”: Reducir, Reutilizar y Reciclar. ¿Te unes?