¿Cómo se recicla una batería?


Baterías de plomo

Las baterías están formadas por una carcasa de plástico que contiene un depósito de ácido sulfúrico (solución electrolítica) y dentro de él un conjunto de placas de plomo, paralelas entre sí y dispuestas alternadamente en cuanto a su polaridad positiva y negativa (como las pilas). Generalmente, en su fabricación, las placas positivas están recubiertas o impregnadas de dióxido de plomo, y las negativas están formadas por plomo esponjoso. Este estado inicial corresponderá a la batería cargada y según el número de placas, la corriente (intensidad) suministrada será mayor o menor.

Usos

Las baterías de plomo-ácido se usan en vehículos motorizados, para el almacenamiento de células fotovoltaicas generadas por energía y turbinas eólicas, y para suministros de energía eléctrica de reserva. En lugares donde el suministro de energía es deficiente, se usan a nivel nacional baterías de plomo-ácido para la iluminación y otros aparatos eléctricos.

Las baterías funcionan con un electrolito, que es una disolución de ácido sulfúrico que bajará cuando la batería esté descargada y aquí es cuando los gestores autorizados entramos en escena, porque las baterías de plomo ácido fuera de uso se generan básicamente de dos maneras:

  • Cuando se sustituye la batería porque ha llegado al final de su vida útil, o
  • Cuando el vehículo en el que está montada llega al final de su vida útil.

En el primer caso, la batería se genera en el punto en donde se ha realizado su sustitución y, en el segundo, lo hará en un Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos (CAT).

En ambos, la batería sustituida será almacenada en depósitos habilitados a tal efecto.

Entrega a Gestores de Residuos Autorizados y reciclaje

Cuando llegan al final de su vida útil, las baterías de plomo-ácido tienen la consideración de un residuo. En concreto, según la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, a las baterías de nuestros vehículos se les asigna el código “16 06 01* Baterías de Plomo”, considerándose además peligrosas por su composición.

Como con los demás residuos, la recogida y gestión debe ser realizada por un gestor autorizado por la Comunidad Autónoma. Estos gestores nos encargamos de la recogida en los puntos de generación, su transporte hasta instalaciones intermedias (donde se almacenan temporalmente) y envío final a plantas de tratamiento, en donde se les da el mejor tratamiento posible cumpliendo los requerimientos legales exigidos.

Para su transporte se emplean contenedores de plástico homologados, que evitan los derrames del electrolito (una mezcla de agua con ácido sulfúrico disuelto).

 

Tratamiento

Una vez los residuos de batería llegan a las instalaciones de tratamiento, a través de gestores registrados y en contenedores homologados, comienza el siguiente paso en la cadena del reciclado: el tratamiento.

Casi todas las piezas de las baterías de plomo-ácido pueden reciclarse. El proceso implica (aparte de la recogida y el transporte a una planta de reciclaje), la separación de las diferentes piezas que las componen, y la fundición y el refinado de los componentes de plomo. Los componentes de plástico pueden lavarse para después rallarse o fundirse para fabricar nuevos productos. El electrolito de ácido sulfúrico puede ser purificado o tratado, para posteriormente ser eliminado o reciclado. En definitiva el proceso consiste en:

-Trituración mecánica

-Separación y clasificación de los materiales que componen los residuos de batería mediante diversas tecnologías.

-Si no son tratados y eliminados adecuadamente, los materiales desechables procedentes del procesamiento de plomo contaminarán también masas de tierra y de agua, por eso hay que ser especialmente cuidadosos.

Tras esto, los materiales obtenidos se someten a otro proceso de tratamiento que puede estar ubicado en la misma planta o bien en otras.

En concreto, el plomo y los compuestos de plomo se introducen en un horno para su fundición y posterior confección de aleaciones. Normalmente esta materia prima reciclada se utiliza para fabricar nuevas baterías de plomo ácido.

Gracias a este proceso las plantas de recuperación reciclan cerca del 98% de su contenido en plomo. De este modo, y a diferencia de otros muchos residuos, se trata casi de un ciclo cerrado ya que la mayor parte del producto reciclado vuelve a emplearse en la misma aplicación (baterías plomo-ácido).

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