Si buscamos en el diccionario de la Real Academia de la lengua la palabra “chatarra” nos dice que proviene del euskera “txatarra” y significa «lo viejo». Se define como el conjunto de trozos de metal de desecho, principalmente hierro. La chatarra de hierro se utiliza en la producción de acero, y cubre un 40% de las necesidades mundiales.
En cuanto a la profesión, el chatarrero/a es la persona que se dedica profesionalmente al negocio de la chatarra. Las chatarrerías son las instalaciones donde se almacena, clasifica y vende la chatarra.
Leyendo artículos hemos descubierto que, por ejemplo, en Madrid no había servicio de recogida de basuras. Eran unos señores llamados traperos los que iban por las casas con carros de mano o en el mejor de los casos tirados por burros o caballos, e iban recogiendo los desperdicios que las familias generaban, pero como cabe suponer, en aquello tiempos de postguerra los desperdicios no debían ser demasiados. Pero ya se hacía un proceso de clasificación: orgánico, trapos o chatarras, no había plásticos y eso facilitaba la labor.
Estas recogidas la hacían de forma gratuita y sin pedir dinero. Una vez al año, normalmente en Navidad, estos mismos individuos regalaban una cacerola o algún otro cacharro de cocina a las amas de casa…
Ahora, con una implacable cultura del usar y tirar y la era del consumo, somos los usuarios los que llevamos los electrodomésticos deteriorados a un punto limpio. Si hace unos años las botellas y botellines se llevaban al colmado o al bar y te las cambiaban por dinero, ahora las depositamos en el contenedor verde del vidrio (que no cristal).
Antes, la basura orgánica se la comían las gallinas o los cerdos que luego servían para alimentar a sus amos, ahora van a vertederos, incineradoras o en el mejor de los casos se hace ‘compost’.
La sociedad ha cambiado, pero sigue existiendo una clase de hombres dedicados, que de forma silenciosa continúan haciendo una labor que no tenía precio (y que hoy en día nos sale muy cara).
Y con este cambio, la figura de ese chatarrero, que sólo se preocupaba de recoger, comprar y vender, y trabajar horas y horas como las abejas, se ha adaptado al ámbito del reciclaje, como empresario, donde todo está controlado, sometido a numerosas leyes y requisitos. Leyes como la del Traslado de Residuos, Autorizaciones de Gestor de Residuos No Peligrosos y Peligrosos, notificaciones a las autoridades para el control, ISO de Calidad y Medio Ambiente, Prevención de Riesgos Laborales o Protección de datos, etc…
Ahora estas empresas dan trabajo a muchas personas, cuentan en sus instalaciones con diferente maquinaria para trabajar las chatarras así como camiones para su transporte, aparatos de medición de calidad o de detección de radioactividad, etc.
Pero lo más importante de todo es el fundamento de la actividad, basada en el concepto de recuperación para el reciclaje y posterior reutilización. El futuro está en nuestras manos.
Baterías de plomo
Las baterías están formadas por una carcasa de plástico que contiene un depósito de ácido sulfúrico (solución electrolítica) y dentro de él un conjunto de placas de plomo, paralelas entre sí y dispuestas alternadamente en cuanto a su polaridad positiva y negativa (como las pilas). Generalmente, en su fabricación, las placas positivas están recubiertas o impregnadas de dióxido de plomo, y las negativas están formadas por plomo esponjoso. Este estado inicial corresponderá a la batería cargada y según el número de placas, la corriente (intensidad) suministrada será mayor o menor.
Ya comienzan las vísperas de Navidad, y en Reciclados Jurado continuamos con la recogida de residuos metales y chatarras en la zona de Estepona, Marbella, Fuengirola, Mijas, Casares, Manilva, Algeciras y alrededores. Tenemos a disposición de nuestros clientes un eficaz servicio integral de recogida a través de cubas que ubicamos en la obra que se esté llevando a cabo (recogida al momento o tras varios días hasta llenarla) y con solo una llamada la recogemos, pesamos y valoramos dando una nueva vida al material recolectado para que, en empresas de tratamientos autorizadas se proceda a la fundición para su posterior reciclaje.
Podemos recoger a domicilio todo tipo de metal y chatarra y, según el volumen de la recogida, la distancia desde nuestras instalaciones al punto en cuestión y el valor de la chatarra estableceremos un precio adecuado y competitivo, consulte con nosotros.
Compartimos una curiosa imagen de la semana pasada, cualquiera diría que se trata de ramas de árbol o cañaverales que han llegado a las playas de nuestro litoral, pero no… ¡se trata de amasijos de hierro! Recogidos con una de nuestras cubas.
A través de nuestra actividad colaboramos con la conservación del medio ambiente y mediante la reintroducción del metal y chatarra en la industria para que vuelvan a ser utilizados, se fomenta la economía circular, para evitar el desgaste de los recursos naturales del planeta. Estamos autorizados por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía e incluidos en el Registro Administrativo Especial de Gestores de Residuos Urbanos, siempre en busca de la excelencia y la calidad, para esto contamos con un equipo humano formado en la experiencia, gracias a la cual se recupera el material recibido de manera eficiente. Nuestra tecnología nos permite procesar una gran cantidad de chatarra y metales en un plazo muy breve de tiempo.
Reduce – Reutiliza – Recicla : Ser Responsables.